Qué ver en Roma
Por: Conchi Castañeira
«Excursión a Roma en crucero»
Lo primero de todo es decir que la persona que piense que una ciudad como Roma se puede conocer en una escala de crucero, está muy equivocada.
Se de lo que hablo, pues muchas han sido las ocasiones que he estado en esta ciudad inolvidable, pero solamente en una estancia de una semana fue cuando la conocí a fondo.
Ni aunque sean las veces que sean, La Ciudad Eterna, merece al menos pasar en ella 6 o 7 días, recorriendo sus calles tranquilamente, tomando un capuchino en una de sus muchas terrazas, viendo el devenir de los romanos, y ante todo no dejando ni un centímetro sin andar porque en cualquier esquina, calleja o recodo, Roma te sorprenderá en muchos sentidos.
Pero para los que desembarquen en el puerto de Civitavechia y quieran acercarse a esta magnífica ciudad, sobre todo a los que aún no la conozcan y esta sea su primera toma de contacto, un consejo, en este tipo de ciudades no escatiméis y ante todo intentar escoger la excursión que más tiempo os asegure la estancia en la ciudad. Esto siempre suele ser con la naviera, así que llegado a este punto creo que esta es la mejor opción. En una ciudad como Roma hasta media hora de más, es mucha diferencia. ¿Lo mejor? Roma a tu aire, haceros con un plano -habiendo estudiado previamente lo que queréis ver- y patear la ciudad.
En una visita panorámica iréis parando en los lugares más característicos,en algunos sólo para la foto de rigor, en otros algo más de tiempo.
El Coliseo, la hiper famosa y siempre atestada Fontana de Trevi, el Panteón o la Piazza Navona serán testigos de los cientos de cámaras de fotos. Nos acercaremos también al Vaticano donde nos toparemos con la grandeza de la Basílica de San Pedro. Conoceremos una pequeña parte de los museos vaticanos y la siempre excepcional Capilla Sixtina.
Aquí te dejamos el enlace al plano turístico de Roma.
Comerse un helado en la famosísima heladería Biberone, al lado de la Fontana, un Tartufo en el emblemático Tre Scalini de la Piazza Navona o tomarse un capuchino aunque sea deprisa y corriendo, son varios de los placeres que merece la pena darse.
También podemos dedicar este pequeño impasse de tiempo libre a realizar algunas compras. Muchos serán los recuerdos típicos que podrás llevarte de la Ciudad Eterna, pero sin duda el mejor de ellos será el deseo de volver y ver Roma dedicándola unos cuantos días. Por cierto, para tal fin, no te olvides de lanzar una moneda en la Fontana de Trevi, ¡seguro que volverás!
