Cuántas veces hemos oído decir que “todos  los caminos conducen a Roma”. Hoy en día esto es decir demasiado, pero sí que es verdad que actualmente son muchos los cruceros que nos llevan a la “Ciudad Eterna”.
¿Quién no recuerda las imágenes maravillosas de la Fontana de Trevi que Fellini inmortalizo en “La dolce vita”?, o ¿el paseo en moto que por sus calles dieron los protagonistas de “Vacaciones en Roma”?.

Roma es una ciudad visual, que rezuma historia por todos sus poros, pero también es una ciudad viva, caótica, que se deja disfrutar y que enamora al viajero de muchas formas. Es una ciudad que necesita más que una visita de unas horas, necesita días y días, para poder conocer bien su esencia, y porque no, sus aromas y sabores, una ciudad para gozar también de su gastronomía, la cual es fácil encontrártela por las calles, en forma de pizzerías ambulantes, heladerías o puestos de frutas

Que comer en… Roma

Conozcamos un poco esa Roma gastronómica, y digo un poco, porque la oferta es enorme y es una atracción más de este viaje.

Es posible comer barato en muchas zonas de la ciudad, pero lógicamente hacerlo en sitios
próximos a monumentos incrementa el precio, aunque puede hacer de esto una
experiencia más que recomendable. Como digo, en todas las zonas se encuentran
unos locales llamados “Tavola Calda», que son una especie de buffet de comida
lista. Una forma también de disfrutar de una comida rápida sin perder el tiempo
es simplemente comprar pan y algún embutido o queso típico italiano como el
salami o el riquísimo queso Parmesano. Enfrente de la Fontana de Trevi hay una
tienda de delicatesen  a precios razonables  donde los puedes encontrar. Tras
echar la moneda a la fuente  puedes disfrutar de tu panino, mientras contemplas
una de las postales más recurrentes de Roma.

Y qué mejor que de postre un helado o gelato. Famosos son los helados italianos en todo el
mundo, pero si quieres hacerlo en la más visitada de esta  ciudad  y una de las
más famosas del mundo, tendrás que ir a “Giolitti”, toda una institución desde 1890 y en la que son famosos sus helados cremosos como el croccantino al ron o al Grand Marnier. “Giolitti” se encuentra muy cerca de la plaza del Panteón.

Pero si se dispone de tiempo y se quiere comer en uno de los restaurantes más antiguos del mundo, se puede hacer en “La Campana”. Este restaurante fue fundado en 1518 como posada para los forasteros y sigue fiel a sus credenciales históricas, ofreciendo algunos platos tradicionales, en peligro de extinción culinaria, como vignarola, una deliciosa sopa de primavera con habas, guisantes y guanciale, un tipo de panceta. Este restaurante se encuentra a unos pasos de la Piazza Navona.
Si nos apetece un café, el mejor lugar será el “Antico Caffe Greco”. Situado en la transitada Vía dei Condotti, la calle más comercial de Roma y donde se encuentran todas las firmas de moda. Este café ha servido comida y bebida a famosos y desconocidos, desde 1760, lo que lo convierte en uno de los tres cafés más antiguos del mundo. Con sillas de terciopelo rojo, espejos antiguos, mesas de mármol, muchas fotografías en blanco y negro y cierto aire decadente, en el te puedes tomar un café acompañado de un pastel
Y llegada la noche, uno de los mejores sitios para cenar tranquilamente es la elegante y concurrida Piazza Navona. En ella se encuentran bares y restaurantes que con el tiempo se han hecho tan famosos casi, como la propia plaza. Uno de ellos es el “ Tre Scalini”, que casi se ha convertido en lugar de culto para los turistas. Famoso porque en él, según dicen, se puede degustar el mejor “tartufo” de la ciudad, o lo que es lo mismo, un famoso postre elaborado con trufa negra. Todo regado de Lambrusco (vino rosado), y después para ayudar a la digestión una copita de Limoncello (licor de limón). Y mientras tanto poder contemplar las tres fuentes que adornan esta turística y barroca plaza.
Otra zona muy típica para disfrutar de una relajada cena, es el Trastevere. Aquí destacamos el “Antica Pesa” con cocina típica romana. Este restaurante con encanto propone una cocina local de cierto nivel. En él se pueden encontrar las recetas de siempre renovadas. Buenos productos del mar, estupendas pastas y ricos postres. Ideal para parejas que buscan la unión de sabores italianos con la nouvelle cuisine en un marco romántico.
Por todo esto y por mucho más Roma enamorara al viajero, que deseara volver y seguir disfrutando de la Città Eterna
¡¡¡¡Buon appetito!!!!!